viernes, 24 de diciembre de 2010

Lloré hasta sentir las lágrimas secarse en mis dedos. Lloré hasta respirar profundo y darme cuenta de que ya nadie me hacía bien. Lloré hasta entender que estaba sola y desprotegida en ese lugar. Lloré hasta perder la conciencia y sentirme completamente inútil. Lloré, porque comprendí que nada era capaz de hacerme sentir viva y, hasta a veces, poder arrancarme una sonrisa; nada podía ser tan sorprendente y real al mismo tiempo. Lloré porque sentí tu ausencia, esa que hasta hoy nunca había sentido, y por fin logré darme cuenta de que en realidad, aunque me cueste aceptarlo, no es culpa de nadie ni de nada lo que me sucede. Lloré, porque por primera vez en mi vida me sentí realmente sin apoyo, sin amigos, ni nadie a quien recurrir cuando la soledad corta mis palabras y ahoga mi respiración, gozando una dulce venganza de mis errores y tropiezos. Y fue así como me ví de nuevo en esa habitación tratando de recordarte, recogiendo los pedazos de tu boca, armando de a poco tu risa y sepultando otras voces, para poder entre ellas distinguir tus susurros. Lloré, porque sólo tenía viejos recuerdos, algunas imágenes borrosas de las que casi no distinguía tu mirada. Lloré hasta creerme feliz por un instante, hasta que sin motivos empecé a reír sin parar, sin llegar a entender completamente que estaba haciendo. Lloré hasta verte al lado mío, secando con tanto amor mis lágrimas, tratando de aliviar mí llanto. Lloré, porque de alguna manera me estaba resignando a seguir cada minuto y cada segundo sin tu compañía. Lloré porque creía sentirme fuerte y comprendí que tú me dabas esa fuerza capaz de hacerme sentir viva y hasta a veces, poder sacarme una sonrisa; Lloré, porque vivía cada día sin vivirlo, creyéndome feliz, convenciéndome de que todo lo que hacía estaba bien. Vivía sólo para entregarte miradas, mis energías, mi vida en un segundo y poder sonreír al saber que te quedarías aquí, conmigo. Y después de eso, volví a entender que cada cosa que hacía era inútil, que a nadie le importaba verdaderamente lo que hacía o dejaba de hacer. Y lloré, para descargar de una vez por todas, todo el dolor que me ocasionaba sentirme tan poca cosa, de pronto me había olvidado de cómo era sentirse orgullosa de una misma, lloré porque te extrañaba y no podía hacer nada para recuperarte. A pesar de mis intentos siempre hay algo que supera mis fuerzas y me derriba haciendo caer una y otra vez de la misma forma, en el mismo lugar, lastimando mi dignidad. Fue así, que al saber que no volverías jamás perdí todas las ganas de seguir; tal vez me acostumbre demasiado a tenerte cerca y a que me transmitieras cada día un poquito de tu amor. La verdad es que siempre supe que algún día esto iba a suceder, porque lo bueno nunca dura mucho (al menos para mí) y lloré como tantas otras veces, a escondidas. Lloré, porque te necesitaba más que nunca y más que siempre.
Teamocontodomícorazón;
Desde que nacemos aprendemos a ver y entender las cosas de una sola manera. Galileo Galilei afirmó que la tierra giraba alrededor del sol, y no al revés. Todo el mundo lo humilló. ¿Cómo podía afirmar semejante desatino? Si todos veían, claramente, que el sol era el que se movía y no la tierra. Muchos acusaron de loco a Colón cuando supuso que la tierra era redonda. Si todos veían claramente que la tierra era plana. En su época, le gente disfrutaba de los libros de Julio Verne, aunque para todos era un autor fantasioso. ¿A quién se le podía ocurrir, en aquel momento, que una nave podía viajar debajo del agua, o que se podía viajar a la luna? A veces, para llegar a algún lugar, hay que dar rodeos, ir y venir. En general, solo confiamos en nuestros ojos, cuando tenemos más sentidos. A veces no es viendo, sino tocando, oliendo, escuchando o degustando que se resuelve algo. Entendemos las palabras de una sola manera. Una eminencia es un hombre para todos. ¿Por qué una eminencia no puede ser una mujer? Dejar de lado la única manera que tenemos de ver el mundo... Bueno, de eso se trata el pensamiento lateral. Nada tiene una única solución. No todo es lo que vemos con los ojos. Por algo tenemos otros cuatro sentidos más. Simplemente tenemos que animarnos a usarlos, y aprender a ver. A ver con los otros sentidos. No todo es lo que vemos con los ojos, siempre hay más. Mucho más. Simplemente, hay que aprender a ver.

Abuelo; nunca jamás en mí vida me voy a olvidar de todo lo que hiciste por mí, de todo el amor que me brindaste, de todo lo felíz que me hiciste, de todos los caprichos que me cumpliste.. Nunca jamás en mí vida me voy a olvidarde todos los momentos que vivímos, de todos los abrazos que me diste, de todas las veces que me retaste.. Nunca jamásen mí vida me voy a olvidar de vos abuelo;

Teamo y tenecesitoahoramásquenunca.

TúnietaFlor ♥ ~

Es que desde chica me enseñaron que papa Noel te concedía los deseos, que había que hacerle la cartita y él bajaría a leerla y el 24 o el 25 de diciembre nos traería lo que pedimos si es que fuimos buenos niños, que había que irnos del arbolito para que el pudiera bajar por la chimenea y dejar los regalos que pedimos abajo del arbolito. Que si encontrábamos un gorro, y escuchábamos ruidos de campanas es porque papa Noel estuvo ahí, mirándonos como nos portábamos durante noche buena, y al irse se olvido de su gorro rojo con un pomposito blanco en la punta. Y al escuchar su risa, jojojojo! Era que esta feliz de cómo nos habíamos portado. Creo que estoy un poco grande para creer en esas cosas, pero no creo que sea tarde para volver a hacerlo.. Si.. hoy le pedí que te me devuelva, que devuelva tu amor, que me devuelva tu juramento de que yo sería por siempre tu nieta. Que me devuelva los momentos hermosos que pase junto a ti... que me devuelva todo y.. Que me devuelva todo lo el cariño, la fe, los sentimientos, la confianza y todo lo que sentías por mí, como cualquier abuelo lo tendría a su nieta. Hoy voy a alejarme del arbolito, esperar a oscuras en un rincón para escuchar las campanas de su llegada y partida y de apoco alejarse su risa… Quiero salir
corriendo haber que ahí debajo de el, debajo del arbolito. Y encontrar una caja con todo lo que pedí, sostenida por ti.
Confirmas cada señal ya no dudo estoy segura,
que eres tú mi otra parte no es casual ni mucho
menos que tengamos tantas cosas en común.

Es tu vida con mi vida, un complemento tan perfecto
que ahora todo lo comprendo, te esperaba hace tiempo
guardándote mi amor, guardando este amor.

Porque me puedes de punta a punta
porque desnudas todo mi ser
y es que contigo todo es inmenso
y mi esperanza vuelve a nacer.

Porque me puedes y a mí me gusta
Porque superas lo que soñé
Estar contigo es un privilegio
Hoy por tí vuelvo a nacer.

martes, 21 de diciembre de 2010

Hay diós; recién pasaron dos días y ni te imaginas la falta que me haces. LO que extraño tus abrazos, tus caricias, tus mimos, tus consejos, tus chistes; te extraño a vos Abuelo. Daría lo que fuera por tenerte acá, conmigo. Te amo muchísimo y nadie ni nada te va a sacar de mi mente, de mi alma y de mi corazón. Te amo ~